Las infecciones de transmisión sexual (ITS) y las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son conceptos relacionados pero no idénticos. Ambos describen afecciones que se transmiten principalmente a través del contacto sexual, aunque también pueden propagarse por otras vías.
La diferencia clave es que el término ITS se refiere a las infecciones adquiridas sexualmente antes de que aparezcan síntomas visibles, mientras que ETS se emplea cuando esas infecciones han evolucionado y ya muestran manifestaciones clínicas. Esta distinción es importante porque permite poner el acento en la prevención y la detección temprana, no solo en la enfermedad ya establecida.
En los últimos años, el uso de «ITS» ha ganado terreno en salud pública precisamente para reducir el estigma y promover un lenguaje más preventivo. Hablar de infecciones, en vez de enfermedades, invita a las personas a revisarse incluso cuando no tienen síntomas, fomentando así un cuidado más proactivo de la salud sexual.
Además, comprender esta diferencia ayuda a:
- Enfocar la atención en la detección temprana mediante revisiones periódicas.
- Impulsar hábitos de autocuidado y conversaciones abiertas con profesionales sanitarios y parejas.
- Crear entornos seguros y sin prejuicios, donde la educación y la información sean accesibles para todos.
En definitiva, la evolución de “ETS” a “ITS” no es solo un cambio terminológico: refleja una visión más integral y preventiva de la salud sexual, que busca proteger el bienestar individual y colectivo antes de que aparezcan complicaciones.
¿Se realizan pruebas distintas?
Nuestros test están diseñados para detectar las infecciones de transmisión sexual en sus fases iniciales y también cuando ya han evolucionado a enfermedad. Por eso, abarcan tanto el concepto de ITS como el de ETS.
Por lo tanto, nuestros test cubren ambos conceptos porque detectan la presencia de los agentes causantes, independientemente de si la persona presenta o no síntomas en ese momento siempre y cuando haya pasado el periodo ventana. De este modo, ofrecemos una herramienta útil tanto para la prevención como para el diagnóstico temprano, ayudando a proteger la salud individual y a frenar la transmisión a otras personas.
Referencias bibliográficas
- Workowski, K. A., & Bolan, G. A. (2021). Sexually Transmitted Infections Treatment Guidelines, 2021. Centers for Disease Control and Prevention.
- Michael Ray Garcia, Stephen W. Leslie, Anton A. Wray. Sexually Transmitted Infections (StatPearls, 2024).
- World Health Organization (WHO). Sexually Transmitted Infections (STIs) — hoja informativa/ficha técnica.
- Lederer, A. M., & Laing, E. E. (2017). What’s in a Name? Perceptions of the Terms Sexually Transmitted Disease and Sexually Transmitted Infection Among Late Adolescents. Sexually Transmitted Diseases, 44(11), 707-711.
- ASHA (American Sexual Health Association). STD (Sexually Transmitted Disease) or STI (Sexually Transmitted Infection): Should we choose? Janet Byron Anderson.
- Planned Parenthood. STI vs STD: What’s the Right Term?