Hay que hacer en ayunas (8h horas, puedes beber agua), debe ser a primera hora de la mañana y se recomienda haber tenido un correcto descanso nocturno o al menos un día con la mayor rutina habitual.    

El cortisol es una hormona formada en las glándulas suprarrenales que ayuda al organismo a conseguir un extra de energía para afrontar momentos de estrés o cuando los niveles de glucosa son bajos, degradando tejidos a través de un proceso conocido como catabolismo. Si bien puede ser útil en periodos cortos de tiempo, mantener unos niveles elevados de cortisol de manera crónica puede desencadenar una serie de consecuencias que afecten negativamente a tu salud. Entre las principales se eencuentran: - Debilitamiento del sistema inmune. - Trastornos del sueño. - Trastornos de la función tiroidea. - Ansiedad y depresión. - Peor recuperación tras el ejercicio físico. - Desequilibrios en el ciclo menstrual. - Otros desequilibrios: aumento de peso, aumento de tensión arterial y exceso de glucosa en sangre.

Las concentraciones de cortisol varían de manera biológica a lo largo del día siguiendo un patrón circadiano, es decir, diario. Los niveles más altos de cortisol se alcanzan por la mañana alrededor de las 08:00, y van disminuyendo hasta alcanzar los valores mínimos por la noche, sobre las 23:00. De madrugada, sobre las 03:00-04:00 vuelven a incrementarse y el ciclo se repite.