¿Qué es la Enfermedad Renal Crónica (ERC)? ¿Cómo se puede prevenir?

Enfermedad Renal Crónica ERC

¿Qué es la Enfermerdad Renal Crónica (ERC)?

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es una afección progresiva que deteriora la capacidad de los riñones para filtrar y eliminar desechos del organismo, lo que puede derivar en complicaciones graves si no se detecta a tiempo. En sus primeras fases suele ser silenciosa, por lo que muchas personas no son conscientes de su presencia hasta que el daño es significativo. El diagnóstico temprano es fundamental para frenar su avance y minimizar el impacto en la salud, siendo clave el control de factores de riesgo como la hipertensión y la diabetes, así como la adopción de hábitos de vida saludables. 

¿Cómo se detecta la Enfermedad Renal Crónica (ERC)?

La ERC puede progresar de manera silenciosa durante años, por lo que su detección temprana es fundamental. Para diagnosticarla, se realizan dos pruebas clave: un análisis de sangre y un análisis de orina. En la sangre, se mide la creatinina y se calcula el filtrado glomerular, lo que permite evaluar la función renal. En la orina, se analiza el cociente albúmina-creatinina (CAC), un indicador de daño renal. 

Así de sencillo es prevenir: con solo dos análisis puedes detectar a tiempo cualquier alteración y tomar medidas para proteger tu salud. Desde Ailin, impulsamos la prevención y el diagnóstico temprano para cuidar la salud renal. 

¿Dónde puedo hacer un test de salud renal (ERC)?

Con nuestro compromiso con la prevención en salud renal y con motivo del Día Mundial del Riñón, desde Ailin, junto a la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), estaremos realizando pruebas gratuitas para personas con factores de riesgo en los siguientes centros comerciales: 

  • CC Montigalà (Barcelona): 27 y 28 de febrero 
  • CC Gran Vía Hortaleza (Madrid): 6 y 7 de marzo 
  • CC Macarena (Sevilla): 11 de marzo 

¿Cuáles son los factores de riesgo de la Enfermedad Renal Crónica (ERC)?

  • Diabetes: Tener niveles elevados de azúcar en sangre aumenta el riesgo de daño renal. Un buen control de la glucosa puede ayudar a prevenir o frenar la progresión de la enfermedad. 
  • Hipertensión: Una presión arterial superior a 140/90 mmHg puede afectar la función de los riñones, especialmente si hay presencia de proteínas en la orina. Controlarla es clave para proteger la salud renal. 
  • Edad mayor de 60 años: La prevalencia de la ERC aumenta con la edad, afectando de manera significativa a personas mayores. 
  • Enfermedades cardiovasculares: Haber sufrido un infarto de miocardio o tener insuficiencia cardíaca eleva el riesgo de desarrollar ERC, ya que ambas enfermedades están estrechamente relacionadas. 
  • Obesidad: Un índice de masa corporal (IMC) mayor a 30-35 kg/m² puede contribuir a la aparición y progresión de la enfermedad renal. Mantener un peso saludable ayuda a reducir el riesgo. 
  • Antecedentes familiares de enfermedad renal: Si un padre, madre o hermano/a tiene enfermedad renal, existe un mayor riesgo de desarrollar ERC. 
  • Tabaquismo: Fumar actualmente o haber fumado en el último año aumenta el riesgo de daño en los riñones y agrava otros factores como la hipertensión y la enfermedad cardiovascular. 
  • Dislipidemia: Tener niveles elevados de colesterol y/o triglicéridos puede afectar la función renal y aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares. 

Si presentas uno o más de estos factores de riesgo, es importante realizar análisis de sangre y orina para detectar cualquier alteración en la función renal y actuar a tiempo. 

¿Cuáles son los síntomas de la Enfermedad Renal Crónica (ERC)?

La enfermedad renal crónica puede progresar sin síntomas evidentes en sus primeras etapas, por lo que un control regular de la salud es clave para una detección temprana.

  • Fatiga extrema: La acumulación de toxinas en el cuerpo puede causar un cansancio persistente.
  • Hinchazón en extremidades: Retención de líquidos en piernas, tobillos, pies o alrededor de los ojos.
  • Problemas para orinar: Cambios en la frecuencia urinaria, sensación de vaciado incompleto o presencia de sangre o espuma en la orina.
  • Dolor lumbar: Molestia en la zona baja de la espalda, a veces confundida con problemas musculares.
  • Náuseas y vómitos: Acumulación de toxinas que afecta el sistema digestivo y reduce el apetito.
  • Presión arterial alta: La ERC puede provocar hipertensión, lo que agrava el daño renal.

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