La realidad de la fertilidad y el embarazo

Pese a los avances científicos y al mayor acceso a la información, muchos mitos en torno a la fertilidad mantienen su vigencia

 

El embarazo es el ansiado deseo de muchas parejas. Algunas lo ven como una verdadera carrera de obstáculos; otras, como un auténtico drama, debido a la imposibilidad de lograrlo. Quedarse embarazada no siempre resulta una tarea fácil; es más, las probabilidades de tener un embarazo durante los años más fértiles de una mujer, entre los 23 y los 25, es de un 35 por ciento, lo que demuestra que lo normal es que sea muy difícil concebir, y no lo contrario.

La tasa de infertilidad en España es de un 17% de la población. Cerca de 800.000 parejas tienen problemas para conseguir el embarazo. Alrededor del 3% de los bebés nacen por reproducción asistida, lo que evidencia la importancia que están teniendo estas técnicas.

La fertilidad es la capacidad fisiológica de los seres vivos para reproducirse. No hay que confundir fertilidad con fecundidad. La fecundidad se refiere a los hijos nacidos y la fertilidad a la capacidad de tenerlos. Se puede ser fértil y no haber tenido ningún hijo, o se puede haber tenido hijos (ser fecundo) y, en cambio, ya no ser fértil.

 

Los tratamientos de fertilidad han aumentado en los últimos años. En el caso de España, alrededor del 15% de las parejas en edad fértil tiene problemas para tener hijos. En 2014 nacieron unos 25.000 bebes en nuestro país gracias a las técnicas de reproducción asistida. Los motivos son varios: factores genéticos, ambientales (como la exposición a contaminación y a disruptores bioquímicos, etc.) y sociales (como el retraso en la edad de la mujer para tener el primer hijo, la poca conciliación entre vida profesional y personal, etc).

 

Es importante saber distinguir cuáles de estas creencias acerca de la fertilidad y la reproducción son falsas. Así, se evita difundir estos rumores y hacer cosas innecesarias que pensamos que son buenas para conseguir el embarazo. Entre los problemas que estos malentendidos puedan ocasionar a la hora de buscar una gestación, destacamos los siguientes puntos;

 

  • Uno de los errores más comunes es pensar que la infertilidad es un problema fundamentalmente de la mujer. Hoy sabemos que las causas de infertilidad son debidas tanto al hombre como la mujer.  En concreto el 55% de los casos de infertilidad se debe a factores femeninos y el 45% restante son masculinos. Es frecuente que en muchas parejas se den ambos factores a la vez.

 

  • Lo que sí es cierto es que su fertilidad masculina es más longeva que la femenina, pero eso no quiere decir que siempre sean fértiles. La exposición a factores ambientales e incluso el estilo de vida afectan gravemente a su fertilidad masculina.

 

  • Conseguir el embarazo de forma natural no es tan fácil. Las posibilidades de embarazo natural son de, aproximadamente, el 20%. De hecho, factores como la edad, hace que, según avanzan los años, sea más complicado.

 

  • La postura no influye en la probabilidad de embarazo. Las posiciones sexuales no tienen ningún efecto sobre la fertilidad.

 

  • La edad de la mujer no es la única causa que influye en su fertilidad. Es cierto que la edad de la mujer es un factor de gran impacto en la fertilidad femenina, pero no es el único. Existen múltiples causas que pueden estar impidiendo la fertilidad de la mujer, y también de los hombres. En ambos casos, no solo en la mujer, la fertilidad disminuye de forma acusada a partir de los 35 años, tanto en la calidad del esperma como en la cantidad de ovocitos.

 

  • Si bien es cierto que el estrés afecta la fertilidad y puede reducir las probabilidades de que una mujer pueda embarazarse. Es falso que la infertilidad sea debido a una causa psicológica… La infertilidad es un problema médico que la relajación y/o ayuda psicológica por sí sola no soluciona. El estrés y otras emociones son el resultado de la infertilidad y no su causa.

 

  • La alimentación y los hábitos saludables son importantes durante el embarazo, pero no influyen en la fertilidad. Actualmente sabemos que una buena alimentación junto con complementos vitamínicos como el ácido fólico, zinc o el yodo pueden aumentar las posibilidades de una mujer de embarazarse. También influye en la fertilidad un exceso de peso ya que puede dar lugar (no siempre) a problemas hormonales que estén influyendo en la reproducción.

 

  • Otro factor que influye bastante es el tabaco, una mujer fumadora disminuye a la mitad su probabilidad de embarazo.

 

Pasados doce meses manteniendo relaciones sexuales sin protección y sin conseguir el embarazo, pónganse en manos de un especialista en infertilidad. En este momento, es recomendable que ambos miembros de la pareja se realicen las pruebas y analíticas pertinentes para descartar que exista algún problema o bien diagnosticar cual puede ser el problema por el que no consiguen el embarazo. Las posibilidades diagnósticas para la detección de infertilidad incluyen test de análisis hormonales, pruebas de imagen como ecografías, y análisis genéticos.

La Medicina Reproductiva, y en nuestro caso la Reproducción Asistida, pese a estar cada vez más normalizada y tratarse de algo cada vez más común, por factores como el retraso en la edad de la maternidad, sigue siendo una rama de la ciencia y de la investigación relativamente joven.

Cabe recordar que, la Organización Mundial de la Salud definió la infertilidad en el año 2009 como enfermedad y que, según los datos publicados por la propia Organización, cerca de 50 millones de personas en todo el mundo sufren problemas de infertilidad.

 

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