Test avanzado de función tiroidea

La hormona estimulante de tiroides (TSH) producida por el cerebro, regula la actividad de la tiroides. Sus niveles permiten detectar si esta glándula funciona por encima o por debajo de lo normal, incluso antes de que aparezcan síntomas. Es un marcador clave para diagnosticar y controlar trastornos como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo.

La T4 libre (tiroxina libre) es una de las principales hormonas producidas por la glándula tiroides. Participa en funciones esenciales como el metabolismo, el control de la temperatura corporal, el peso, el sistema nervioso y la salud reproductiva. Su análisis permite evaluar directamente la función tiroidea y detectar alteraciones como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo.

La T3L se refiere a la triyodotironina libre, representa la fracción de la hormona T3 producida por la tiroides y que está disponible para ser utilizada por las células del cuerpo al no estar unida a proteínas transportadoras. La T3L se forma a partir de la conversión de la hormona T4 (tiroxina) a T3 en diferentes tejidos del cuerpo, y es la forma más activa y potente de la hormona tiroidea.

La T3L tiene un papel importante en la regulación del metabolismo, al igual que la T4L. También es esencial para el crecimiento y desarrollo, el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular y el mantenimiento de la temperatura corporal.

La hormona tiroidea T3 reversa, es la forma inactiva de la T3 y se produce a partir de T4, como parte del proceso normal de regulación de la producción de hormonas tiroideas. A diferencia de la T3 activa, que tiene una función importante en la regulación del metabolismo y el funcionamiento del cuerpo, la rT3 no tiene actividad biológica y no se une a los receptores de la hormona tiroidea en las células.

Los anticuerpos anti-peroxidasa tiroidea (TPO) son autoanticuerpos que atacan a la enzima peroxidasa de las células de la tiroides. Esta enzima participa en la producción de hormonas tiroideas y la presencia de anticuerpos que la ataquen indica la existencia de una enfermedad autoinmune tiroidea.

Anticuerpos generados por nuestro cuerpo que atacan a la proteína tiroglobulina producida por la tiroides. Esta proteína juega un papel muy importante en la producción de hormonas tiroideas, y la presencia de anticuerpos contra esta proteína es un signo de una enfermedad autoinmune tiroidea.