Las personas ricas contraen ITS. Las personas pobres también. Los atletas y los fanáticos de la matemática también, al igual que los directores ejecutivos y los profesores. Incluso una persona que va a tener relaciones sexuales por primera vez puede contraer una ITS.
Las infecciones de transmisión sexual son más comunes de lo que se suele pensar. Cada vez más personas se ven afectadas, y contagiarse es muy fácil. Es importante tener en cuenta que todas las ITS representan un riesgo, aunque algunas son más prevalentes que otras. ¿Sabías cuáles son las infecciones de transmisión sexual más comunes y cuál es la forma correcta de protegerse de su contagio? Sigue leyendo y descubre más en este artículo.
Las 7 ITS (Infecciones de transmisión sexual) más habituales
Una Infección de Transmisión Sexual se contagia durante el sexo vaginal, oral y anal a través de fluidos como el semen, el flujo vaginal o la sangre de una persona infectada a otra. Las ITS pueden estar producidas por cuatro agentes: bacterias, hongos, virus y parásitos.
Actualmente existen más de 20 tipos de infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, algunas de ellas son más frecuentes que otras:
Virus del Papiloma Humano (VPH)
Esta es la ITS más común en España, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología. El VPH es provocado por diversos tipos de virus que pertenecen a la familia del papiloma humano y su transmisión ocurre principalmente a través de relaciones sexuales sin protección, ya sean vaginales, anales y orales.
Actualmente no existe un tratamiento para esta enfermedad, por lo que es crucial buscar atención médica especializada para prevenir consecuencias graves. Como pueden ser varios tipos de cáncer.
Clamidia
La causante de esta infección es una bacteria llamada Chlamydia trachomatis. Esta puede afectar tanto a hombres como a mujeres y, en muchos casos, no presenta síntomas evidentes. Sin embargo, si se presentan síntomas, estos pueden incluir dolor al orinar, secreción anormal, dolor abdominal o en la parte baja de la espalda, y en las mujeres, sangrado entre periodos menstruales.
La clamidia se trata con antibióticos y es crucial recibir el tratamiento adecuado para prevenir complicaciones como la enfermedad inflamatoria, pélvica y la infertilidad.
Herpes genital
El herpes genital se transmite por el virus del herpes simple (VHS). Es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en todo el mundo. Se transmite principalmente a través del contacto directo de piel a piel durante las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales u orales.
Esta infección puede causar llagas o ampollas dolorosas en los genitales, lo que hace que sea fácil propagar la infección sin saberlo. Actualmente no existe una cura para el herpes genital, pero los medicamentos antivirales pueden ayudar a controlar los síntomas, acelerar la curación de lesiones y reducir la frecuencia de los brotes.
Gonorrea
La gonorrea es una infección provocada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes a nivel mundial. Se transmite principalmente a través del contacto sexual sin protección.
Aproximadamente, la mitad de las mujeres y una cuarta parte de los hombres infectados por esta bacteria no presentan síntomas. Estos pueden variar, pero en muchos casos pueden incluir dolor al orinar, secreción anormal del pene o la vagina, y en las mujeres, sangrado menstrual irregular.
El tratamiento de la gonorrea se realiza con antibióticos, y es esencial seguir el tratamiento completo para evitar que se propague a otras partes del cuerpo, causando infecciones en los órganos reproductores, articulaciones e incluso el torrente sanguíneo.
VIH
El Virus de Inmunodeficiencia Humana es una infección que afecta al sistema inmunológico. Se transmite por contacto con fluidos corporales como la sangre, el semen o el fluido vaginal. Las principales vías de transmisión son el contacto sexual sin protección, el uso compartido de agujas contaminadas o de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Antiguamente era frecuente la transmisión en las transfusiones sanguíneas.
Los síntomas del VIH pueden variar, pero en las etapas tempranas de la infección, pueden incluir fiebre, fatiga, dolor de garganta y erupciones cutáneas. Actualmente no existe una cura para el VIH, pero los avances en el tratamiento pueden controlar eficazmente el virus y ayudar a las personas infectadas.
Sífilis
Se transmite por la bacteria Treponema pallidum y se transmite principalmente a través del contacto sexual. La enfermedad progresa en etapas y puede presentar variedad de síntomas, desde úlceras indoloras en la etapa primaria hasta erupciones cutáneas, fiebre y malestar general en la etapa secundaria. Si no se trata, la sífilis puede dañar órganos internos en etapas tardías. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de sangre y el tratamiento adecuado con antibiótico es fundamental para su control.
Tricomoniasis
Esta enfermedad de transmisión sexual es causada por el parásito Trichomonas vaginalis. Se transmite principalmente a través de relaciones sexuales vaginales, aunque también puede transmitirse por contacto genital directo o mediante objetos contaminados. La tricomoniasis puede causar flujo vaginal anormal, picazón, irritación y molestias durante las relaciones sexuales. En algunos casos, la infección puede ser asintomática y su tratamiento consta de medicamentos antiparásitos.
¿Podemos contagiarnos usando protección?
Aunque los preservativos ofrecen protección contra la mayoría de las ITS, algunas pueden transmitirse a través del contacto directo piel con piel. El principal propósito de los preservativos es evitar el contacto con fluidos corporales como semen, secreciones vaginales y sangre, lo cual puede ayudar a prevenir embarazos e infecciones de transmisión sexual durante las relaciones sexuales.
La mayoría de las ITS, como la clamidia y la gonorrea, se pueden prevenir utilizando preservativos. No obstante, hay algunas ITS que pueden transmitirse incluso cuando se hace uso de los preservativos durante las relaciones sexuales, entre ellas vemos algunas de las ya nombradas;
- Sífilis: Esta infección bacteriana puede transmitirse a través del sexo, pero también a través del contacto piel con piel. El uso de preservativos reduce las probabilidades de contraer sífilis, pero si las úlceras provocadas por la enfermedad no están cubiertas por este, la infección se transmite.
- Herpes: Se puede transmitir a través del contacto oral, vaginal o anal con una persona infectada. El virus causa la aparición de llagas alrededor de la boca y genitales. Durante un brote activo de ellas, se recomienda abstenerse de tener actividad sexual para reducir el riesgo de transmitir el herpes a la pareja.
- Virus del Papiloma: Las verrugas genitales son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), una familia de virus con más de 140 tipos diferentes. Aunque las verrugas genitales son causadas por tipos de bajo riesgo del VPH, los tipos de alto riesgo están asociados con diferentes tipos de cáncer. El VPH puede transmitirse a través del contacto piel a piel con áreas genitales no cubiertas por el preservativo.
Pero… ¿podemos contagiarnos de más de una ITS simultáneamente? ¡SI! Por eso es importante el uso del preservativo y la concienciación sobre estas enfermedades, que pueden llevar a importantes problemas de salud.
¿Qué diferencia una ITS de una ETS?
Las infecciones de transmisión sexual y las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se refieren a afecciones que se transmiten de una persona a otra principalmente a través del contacto sexual. Sin embargo, hay una distinción clave entre ambos términos. «ITS» abarca todas las infecciones que se adquieren sexualmente, incluso aquellas que no han desarrollado síntomas.
Por otro lado, «ETS» se refiere a aquellas infecciones que han progresado y manifestado síntomas, convirtiéndose en enfermedades. Es importante comprender esta diferencia para promover un enfoque más preventivo en la salud sexual. Detectar y tratar una ITS antes de que se convierta en una ETS es crucial para evitar complicaciones de salud y la propagación de estas afecciones a otras personas.
¿Cómo saber si tengo una infección de transmisión sexual?
El diagnóstico de infecciones de transmisión sexual (ITS) se realiza principalmente en clínicas mediante análisis de sangre, orina o muestras de fluidos genitales. Por ejemplo, pruebas de laboratorio para el VIH, sífilis y hepatitis requieren análisis de sangre, mientras que la clamidia y la gonorrea suelen diagnosticarse con pruebas de orina o exudado. Hoy en día se tiene fácil acceso al resultado de todas ellas, gracias a la aparición de completos test diagnósticos.
Para algunas ITS, existen opciones de autodiagnóstico, como los kits caseros para detectar el VIH, que analizan una muestra de saliva o sangre. Sin embargo, estas pruebas caseras deben confirmarse en una clínica para garantizar su precisión y recibir el tratamiento adecuado. Es crucial seguir las indicaciones médicas para asegurar un diagnóstico confiable.
La prevención es fundamental para evitar el contagio y los riesgos que supone una ITS. El uso del preservativo es esencial para su prevención, aunque existen otro tipo de infecciones, que pueden transmitirse incluso con protección. Por eso es importante hacerse análisis clínicos habitualmente para su detección. Es esencial estar informado, tomar precauciones y cuidar nuestra salud sexual.
Referencias
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